sábado, 18 de mayo de 2013

Fin de una temporada blanca

Era la última oportunidad para no acabar una temporada en brazos del fracaso por el equipo blanco, pero en una final donde se jugaba más que un trofeo puede decirse que hasta diez veces la culpa esta vez no ha sido más que todo acabó antes de haber empezado.

A nivel personal y a nivel colectivo faltó un halo que tras muchas decisiones desacertadas a lo largo de la temporada cavó y hundió en su propia tumba una tras una las derrotas que una afición luchó, pero luchó a contracorriente de un técnico que se esforzó en abrir una herida que lo ha llevado a su "marcha" del equipo.


La otra moneda fue el Atlético de Madrid y los últimos catorce años construyendo una conquista que hoy sabe a gloria. La gloria de una afición que año tras año caía ante su mayor rival. Una ciudad, dos aficiones luchando por un mismo sentimiento, una sensación que no es explicable mediante palabras, es un latido distinto en el corazón que lleva con fuerzas a un equipo que hasta que ganó, sufrió.


Decepción, tristeza, agotamiento, seriedad, oportunidades, Robert Lewandowski, lágrimas, Mou, derrotas, prórrogas, jugadas, palos, disparos, Courtois fallos, contras, expulsiones, ruedas de prensa, BVB, derrotas, miedo, fracasos, FCB... Final de una temporada demasiado dura. El latido de un equipo, el mismo puslo. Un gol que nunca fue suficiente, un látigo hasta el pitido final.